dimarts, 25 de setembre del 2012

Recordando aquel 25 de septiembre de 1962




las vias de tren de paso por tarrasa

Hay cosas en esta vida que con el paso del tiempo no te se olvidan, era el 25 de septiembre de 1962 -un martes como hoy precisamente- cuando regrese del trabajo como un día más y mientras cenábamos pusimos la radio que era el único que teníamos, la emisora Radio Barcelona estaba dando noticias de las inundaciones que se estaban produciendo en la Comarca del Vallès (Barcelona) las cuales nos quitaron el hambre hasta incluso el sueño cambiando continuamente de dial entre Radio Barcelona y Radio Nacional de España y viceversa.

A la mañana siguiente el Vallès tuvo un horrible despertar, era una comarca completamente devastada, ruinas, escombros, casas arrasadas o convertidas en fantasmales cascarones, puentes destruidos, postes eléctricos derribados, huertas asoladas, miles de personas se quedaron sin nada. Los periódicos de la época -La Vanguardia, Diario de Barcelona, El Noticiero Universal, Tele Exprés etc.- tiraron ediciones especiales que se agotaron en poco tiempo, en días sucesivos ya daban datos más concretos. Los días sucesivos Cataluña y España entera nos volcamos en ayudar en lo que nos fue posible a toda esta comarca.

Aquel día después de una larga temporada de sequía, cayeron precipitaciones de 212 litros/m2 en menos de tres horas, que hicieron crecer el caudal de la parte final del Llobregat, el Besos y sus afluentes (uno de ellos el Ripoll). Las lluvias cayeron principalmente sobre el Vallès Occidental, pero también fueron considerables en el Vallès Oriental, Baix Llobregat y el Maresme. Se registraron 182 litros en 24 horas en La Mola, el pico más alto de la sierra de Sant Llorenç de Munt. Lo que provoco un descenso del agua a cauces casi secos como la Riera de Les Arenes (Terrassa) o La Riera de Rubi, o en el cauce del rio Ripoll. Se llegaron a registrar caudales de 1750m3 en la Riera de Les Arenas y 3200 m3 en el Rio Ripoll (Sabadell) que contadas veces llevaban agua... hicieron desaparecer casas, fabricas que se habían construido dentro de los mismos cauces, todo debido al desarrollo económico del Vallés de los años 40 y 50 del siglo XX, lo que conllevó la llegada de inmigración, principalmente del sur de la península. Esto supuso la construcción de viviendas cerca del río, con un descontrol urbanístico bastante acentuado, sobre todo en un momento político donde los propietarios del suelo eran los mismos gobernantes o gente muy cercana. Estos barrios marginales creados ante el problema gravísimo de vivienda, con poca calidad de construcción, fueron los más afectados de esta tremenda riada.

Han pasado 50 años de aquel martes fatídico, pero cada 25 de septiembre continuaremos teniendo un recuerdo muy especial a las víctimas, familiares y damnificados.