¿Sabotaje o vandalismo?

Creo que tiene que ser muy duro para cualquiera agente, en este caso de la Policía Nacional -a la que le tengo un gran respeto igual que al resto cuerpos- estar de servicio y tener que enfrentarte a tus compañeros que se están manifestando y si es preciso cargar contra ellos cuando lo están haciendo por unos recortes que también les afecta a ellos.

 
El abandono que han sufrido por parte del Ministerio de Interior del Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero, Partido Socialista Obrero Español (PSOE), tanto a ellos como al Cuerpo de la Guardia Civil, la reducción de sueldo aprobada por el ejecutivo de Zapatero en 2010, la desaparición de la próxima paga de Navidad decretada por el actual Gobierno de Mariano Rajoy, Partido Popular (PP), las maratonianas jornadas de trabajo por las continuas manifestaciones de protesta ciudadana como el 15M, la poca defensa por parte de los dirigentes políticos, que los utilizan de escudo entre sus decisiones y los ciudadanos, es fácil que les haya minado la moral como nos ocurriría a cualquiera.

Ayer en el complejo policial de Moratalaz, donde se encuentra la Unidad de Intervención Policial (UIP) amaneció con al menos sesenta furgonetas que utiliza esta Unidad con las ruedas rajadas -foto-, y muchas de ellas deberían de estar en funcionamiento para el dispositivo de seguridad que se iba a llevar a cabo para la manifestación contra los recortes que se celebraba por la tarde.

Según los primeros conteos que se realizaron, eran 100 furgonetas afectadas y 160 los neumáticos que fueron rajados, los daños se valoraron en unos 25.000 euros.

Según la propia Policía descartó tajantemente que se tratara de la acción de personas externas o de algún detenido que haya hecho de las suyas tras abandonar los calabozos que se encuentran dentro del complejo, y apuntan directamente a un sabotaje interno, llevado a cabo por miembros de la propia unidad.

Parece ser que el aparcamiento de estos vehículos se encuentra en medio del complejo policial, en una amplia explanada situada entre los edificios policiales, que quedan a ambos lados. El recinto está protegido por un muro de varios metros de altura y vallas, además de otros elementos de seguridad como cámaras de vídeo.

Me cuesta mucho creer que hayan sido los propios policías los autores de estos hechos, pero de ser así, no hay excusa que valga, la única salida para ello es la expulsión inmediata del Cuerpo, aparte de las responsabilidades penales que pudieran derivarse.

Pero hay una cosa que me da muncho que pensar de este Cuerpo: primero fue un alto mando quien el día 4 de mayo de 2006, dio el chivatazo al dueño del Bar Faisán para que no cruzaran la frontera con Francia con el dinero de las extorsiones a los empresarios vascos y navarros para que no fueran detenidos, caso que seis años después todavía está sin resolver; en marzo de 2008 pero fue conocido en mayo, desaparecieron 100 kilos de cocaína nada menos que de las dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla que estaba custodiada por miembros de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO), ahora este posible sabotaje. ¿Qué falla en la alta esfera policial?