dijous, 7 de juny del 2012

Jaula de oro para terroristas



jaula de oro
Cualquier persona que esté privada de libertad en cualquier cárcel española sea cual sea el motivo merece ser tratada como tal, con lo cual merece unos servicios sociales, sanitarios etc. de primera calidad como cualquier ciudadano. Pero dicho esto, me parece un insulto a todas las victimas del terrorismo y a todos los españoles y sobre todo a los que no cobran ninguna prestación y subsidio que el anterior Gobierno en tiempo de crisis se haya gastado una pila de millones de euros en construir un centro penitenciario de lujo con gimnasio, polideportivo, piscina climatizada cubierta, frontón, auditorio, biblioteca, salas de juegos, habitaciones individuales y dobles, y televisores de plasma en cada celda para disfrute de unos asesinos que tienen las manos manchadas de sangre. En cambio otros presos comunes que por robar dos gallinas están cumpliendo condena en cárceles tercermundistas como la Cárcel Modelo de Barcelona, por ejemplo.

Este martes el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, inauguró la nueva cárcel de Pamplona. Se trata de un presidio que cuenta con las máximas comodidades. Aunque Instituciones Penitenciarias eliminó -de momento y por las criticas recibidas- algunos lujos previstos inicialmente, como las televisiones de plasma en cada celda y el uso de la piscina cubierta. Los presos etarras que se acojan al plan de reinserción del Ejecutivo y sean naturales de Navarra pueden acabar en este centro penitenciario. Fernández Díaz aseguró que “no hay ninguna disposición en ese sentido”, pero el programa de rehabilitación apuntala esa posibilidad.

De hecho, el plan de reinserción dice, textualmente: “La fase de incorporación de internos se realizará en todos los Centros Penitenciarios que alberguen reclusos vinculados con organizaciones terroristas. El desarrollo específico del Programa, se realizará, preferentemente, en Centros Penitenciarios ubicados en el País Vasco, aunque se ampliarán a otros próximos en función de las características de los penados que se incorporen al programa”.

Es obvio que el presidio de Pamplona es uno de los “próximos” al País Vasco y no puede perderse de vista que decenas y decenas de presos etarras son oriundos de la Comunidad Foral. El propio Ministerio del Interior sostuvo el martes en su comunicado sobre la inauguración que se trata de “un complejo moderno, sostenible y adaptado a las actuales necesidades penitenciarias de la Comunidad Foral de Navarra”.

Además esta cárcel está perfectamente equipada, cuenta con un centro de inserción social adjunto que dispone de 103 plazas. De ellas, 100 son residenciales, repartidas en 50 habitaciones dobles, y las tres restantes corresponden a otras tantas habitaciones individuales de observación. Se trata de un centro, pues, dotado como pocos en España o quizás como ninguno para reinsertar a reclusos.

El centro penitenciario cuenta con 504 celdas distribuidas en diez módulos residenciales y 120 plazas complementarias repartidas entre un módulo de régimen cerrado, uno de ingresos, salidas y tránsitos y otro de enfermería. Asimismo, dispone, entre otras cosas, de cocina, lavandería, panadería, aulas, biblioteca, polideportivo, talleres productivos, ocupacionales y formativos, así como veinte locutorios para la comunicación con familiares, abogados y jueces, uno de ellos adaptado para movilidad reducida.