dimarts, 10 d’abril del 2012

La “oveja negra” de la política española

  el exdiputado luís lópez jiménez

Normalmente solemos calificar de oveja negra o garbanzo negro a la persona que por su manera de ser y de actuar se diferencia totalmente en negativo de su familia, asociación etc. Yo me atrevo a calificar de “oveja negra” de la política española al diputado Luís López Jiménez -foto-, Partido Socialista Obrero Español (PSOE), por todo lo contrario, es decir, por su honradez.

López se ha convertido en un caso singular en la política española. Se trata del único político que llevando apenas cien días ocupando su sillón en el Congreso de los Diputados, en el pleno de hoy en el Congreso renunciara y se dará por oficial su baja a su puesto de diputado, y a los privilegios que eso conlleva, porque no se ha "visto útil" para los ciudadanos en este cargo. Tal y como anuncia él mismo, no hay ninguna razón más: "No le echo la culpa a nadie, el único culpable soy yo y mi forma de ser". Renuncia con ello a los alrededor de 60.000 euros brutos anuales que percibía en el Congreso, para ingresar una simple pensión de jubilación.

López, un maestro de escuela almeriense nacido en Albox, en 1947, ha renunciado tres veces a cargos públicos (y dos de ellos llevaban aparejados un gran sueldo, debido a su compromiso ético personal, el mismo que también le ha llevado a pelearse en numerosas ocasiones con compañeros de su partido.

El ex secretario provincial del PSOE, José Antonio Amate, dice que "Luis es así; él piensa que está en política para hacer cosas y no sentado e inactivo en la oposición". El diputado reconoció a sus amigos que le "atormentaban" los elevados costes de sus viajes, dietas y hoteles a Madrid a cargo de los españoles, y que ascendían a 1.823 euros al mes.

Pero también el comportamiento de los miembros de la Cámara Baja, sin distinción de partidos. "En el último pleno en el que participé, estábamos cuatro gatos. Había una votación a las tres, y a las dos y media empezaron a llegar los diputados con bolsas de El Corte Inglés".

De la misma manera, cuando era alcalde de Vélez Rubio (Almería) era su costumbre pagar la gasolina de su propio bolsillo en sus viajes hasta Almería para reclamar ayudas para el pueblo. Tras dejar la alcaldía pasó a ser delegado de la Junta de Andalucía, a mediados de los noventa. Cuando como alcalde recibía un obsequio, él "escribía una carta de agradecimiento al autor del regalo, explicándole, no obstante, que lo rechazaba y lo enviaba a las monjas o a Cáritas".

Allí fundó una asociación de amigos de discapacitados intelectuales (su hija Betsabé está ingresada en un centro de educación especial) y es presidente de la Fundación Almeriense de Personas con Discapacidad.

Preguntado por su ocupación a partir de ahora, López bromea: "Me voy a dedicar a criticar a todos, a unos y a otros". López, en uno de sus artículos para la prensa local, asegura que "hemos fallado en democracia, en honradez y en conciencia social". Apuesta por "ser leales ante nuestra conciencia" y "cuando hay un conflicto, seamos capaces de marcharnos a casa y dejar paso a otros. Eso nos hará recuperar la credibilidad perdida".

La actitud de este señor es la excepción que confirma la regla de qué casta política tenemos en este país, y la muestra de ello, es, que ser honrado en política es noticia.