El Gran Teatro del Liceo barcelonés -foto-, buque insignia de la lírica española durante más de 160 años ha pasado por momentos muy difíciles, el 7 de noviembre de 1893, un anarquista aragonés de 29 años llamado Santiago Salvador Franch, provocó una masacre en el Teatro al arrojar dos bombas al patio de butacas que causaron veinte muertos y decenas de heridos.
El 31 de enero de 1994, mientras dos operarios trabajaban en la reparación del telón de acero que, en caso de incendio, tenía que impedir que el fuego pasara del escenario a la sala (otra ironía del destino), las chispas de su soplete prendieron en los pliegues del cortinaje fijo de tres cuerpos que escondía la parte alta del escenario lo que hizo que el teatro quedara totalmente destruido por el fuego. El incendio causó una gran conmoción en la sociedad catalana y en el mundo de la ópera en general. Gracias al apoyo de las instituciones, al patrocinio de empresas, y a las donaciones particulares, fue reconstruido en un tiempo récord, pudiendo abrir de nuevo sus puertas en 1999.
Al día de hoy en el Liceo se representa la ópera más triste de los últimos años. El Liceo al igual que en el caso de la compañía aérea Spanair, las subvenciones que desde la Generalitat de Cataluña han engrosado las arcas de empresas y organismos públicos deficitarios, han tocado a su fin. El Liceo tendrá que cerrar sus puertas durante casi dos meses para hacer frente a una deuda acumulada que ya asciende hasta los 3,7 millones de euros. Una situación dramática que acarreará también la apertura de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) del que sólo quedarán exentos los jefes de departamento del emblemático recinto barcelonés.
Según ha informado el Liceo, tras semanas de rumores finalmente se ha decidido suspender los títulos con menor porcentaje de ocupación, lo que afectará a varias óperas: 'Una tragèdia florentina/El nan', 'El Giravolt de maig' y 'Pelléas et Mélisande'. También se cancela la presencia de los Ballets de Montecarlo, el concierto 'L'altre Pelléas', el recital de Nina Stemme y la representación de 'El Superbarber de Sevilla', de la programación infantil del Petit Liceu.
Las medidas se han tomado, según la dirección del teatro público catalán, para adaptarse a la coyuntura actual, garantizar la máxima calidad y consolidar "un proyecto operístico sostenible al servicio del país y de la cultura".
Además de la cancelación de espectáculos, el Liceo no alquilará sus salas para promotores externos y suspenderá las actividades audiovisuales sujetas al cobro de derechos de imagen en su comercialización. También se propone reducir los gastos de servicios prestados por proveedores externos así como los gastos generales mediante la renegociación de contratos en los periodos afectados.
El teatro pondrá en marcha un sistema de devoluciones o cambios para los abonados y para el público que haya adquirido entradas para las obras canceladas.
Los días en que el Liceo no acoja espectáculos se mantendrán las visitas guiadas para turistas, pero no se mostrará el escenario. Este periodo transcurrirá del 20 de marzo al 10 de abril y del 5 de junio al 8 de julio.
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