divendres, 14 d’octubre del 2011

El monumento de la discordia

  preparación para la colocación del monumento

El monumento a los castellers -castillos humanos- que se está levantando en la plaza Sant Miquel de Barcelona se encuentra en la última fase de su construcción, pese a la oposición de una parte de los vecinos. La escultura, de 30 metros de altura, tenía que haberse acabado antes del verano, según anunció el consistorio en el pasado diciembre.

Todos los grupos políticos se mostraron favorables al monumento, obra del artista Antoni Llena, salvo el Partido Popular (PP). Los populares consideran que es "inaceptable el costo desproporcionado de más de 600.000 euros".

El grupo que dirige Alberto Fernández Díaz "ya pidió en diciembre de 2010 la retirada de este proyecto, tanto por el coste como por la estética más que discutible". La escultura, de acero inoxidable, estará sustenta en una base de hormigón pero permitirá la circulación de peatones por su interior.

El concejal del PP, Alberto Villagrasa, solicitó la paralización de la obra porque "la plaza San Miquel no es la ubicación adecuada para este monumento", al tiempo que también criticó que no se hubiera consultado con los vecinos y comerciantes la instalación de la escultura.