La asociación E-Cristians denuncia el trato que “de manera reiterada” el Teatro Nacional de Catalunya (TNC) da a los católicos. “La cultura y los medios de comunicación pagados con impuestos no deben ser armas de una guerra cultural contra ningún grupo religioso o étnico”.
La asociación cívica asegura que, igual que no aceptaría el escarnio de los homosexuales, los gitanos o los judíos en una obra de teatro, no está dispuesta a aceptar el escarnio a los católicos.
Y es que, si hace unos días se presentaba Gang Bang -que hacía mofa de una de las frases pronunciadas por Jesús en la última cena- ahora es el turno de Musicolepsia-Rapsodia para siete putas, una obra con un punto “provocador e irreverente” según su director, Juan Carlos García, que versa sobre los siete pecados capitales y que denuncia que los que piden cumplir las normas son los primeros en transgredirlas.
“La realización de estos montajes teatrales se intenta justificar con dos argumentos: la libertad de expresión artística y que nadie puede ofenderse porque trata hechos históricos”, denuncia E-Cristians, que recuerda que el TNC se ha especializado “precisamente en Cuaresma”, en la ofensa a los católicos.
“Se trata de montajes teatrales propios del TNC y obedecen a una programación deliberada, de la que hacemos responsable al Sr. Sergi Belbel como director artístico (…) No puede ser que en tiempos de durísimos recortes en cuestiones necesarias como la sanidad, la enseñanza, y la asistencia social, nuestro dinero se emplee en espectáculos que reiteran la ofensa, obsesionados con el desenfreno y la sexualidad morbosa”, termina la nota difundida por E-Cristians, que llama al respeto necesario para la convivencia en Cataluña.
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