El joven Marx tenía razón. La Historia se repite, aunque a veces, la farsa se queda en ironía. Irónico es que Ángela Merkel, la canciller a la que en su día un sobrado Zapatero definió como una "fracasada", venga a España con el anuncio de una oferta de trabajo para miles de profesionales españoles. Profesionales que están en el paro o a punto de perder su empleo.
Ahora, Pepe ya no es un obrero sin otra tarjeta de visita que la fuerza de sus manos; ahora tiene título: es médico, ingeniero o cocinero y habla inglés.
En vez de con aquellos tristes trajes de pana y aquellas maletas atadas con una cuerda con los que se les veía en las estaciones de tren, ahora les veremos en los aeropuertos navegando por la Red mientras aguardan la partida de un avión con destino a Berlín o a Frankfurt.
Hemos mejorado, pero, en el fondo, el impulso que les empujará a emigrar es el mismo: la falta de trabajo.
El record más triste de Europa, el record de parados, es español. No hay trabajo para cuatro millones y medio de ciudadanos que no saben hacia donde mirar.
La crisis financiera en la que se han pillado los dedos los bancos provocando el actual estado de incertidumbre y estreñimiento del crédito afectó a todos los países de la Unión, pero en algunos, sus dirigentes políticos reaccionaron a tiempo y con gran sentido de lo que son los intereses del común pactaron con la oposición las reformas necesarias. Alemania es el espejo.
Mientras allí Ángela Merkel ordenaba las cosas y alcanzaba acuerdos con socialdemócratas, verdes y liberales, para impulsar determinadas reformas encaminadas a salir del agujero, aquí teníamos un Gobierno que perdía un tiempo precioso negando la crisis y rechazando las aportaciones del Partido Popular para después, a remolque ya de las imposiciones de nuestros acreedores internacionales, impulsar algunas reformas que siguen sin apuntar al núcleo del problema: orquestar condiciones que estimulen la creación de puestos de trabajo.
El fracaso del Gobierno Zapatero en este proceso es tan notorio que la sola evocación de las ofertas de trabajo que se anuncian en Alemania debería ser suficiente como para avergonzar a quienes tan torpemente llevan la gobernación en España.
Tengo para mí que antes de que Pepe se vea forzado a volver a Alemania debería tener la oportunidad de dar su opinión, en las urnas, sobre un Gobierno que no acredita capacidad para sacarnos de la crisis.
1 comentari:
Estuve leyendo mucho sobre este tema, y es muy triste ver como los que nos hemos matado estudiando una carrera, tengamos que irnos de nuestro país para poder desempeñarla.
Estuve buscando trabajo en Alemania y encontré varias ofertas de empleo de todo tipo!
Y mientras tanto aqui muchísimos jóvenes de paro. Jóvenes y adultos, a los que ya no les es fácil encontrar un nuevo trabajo.
Ojalá esto solo sirva para alivianar las cosas, y pronto podamos volver, pero mientras tanto... Yo me voy para Alemania.
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