divendres, 28 de desembre del 2007

¡Ojo con las rabietas!

  Niños llorando

Aunque para los padres los "berrinches" de los niños son algo normal o una forma que tienen los pequeños para dominarlos, recientes estudios revelan que aquellos que tienen rabietas prolongadas, frecuentes o agresivas corren riesgo de padecer depresión o desórdenes de la conducta.

En este sentido, los padres de niños que se lastiman a sí mismos o a otras personas y que no pueden calmarse sin ayuda deberían buscar asistencia de profesionales médicos, revelaron los investigadores.

Los pequeños saludables solían tener rabietas menos agresivas y generalmente más cortas, según publica DERF. "Creo que los padres deberían esperar algún tipo de rabietas de sus hijos", aseguró el doctor Andy Belden, de la Escuela de Medicina de la Washington University en St. Louis, cuyo estudio fue publicado en Journal of Pediatrics.

"Si les dan enfados extremos constantemente, si cada vez que les da una rabieta se lastiman a sí mismos y a otros, esa es una razón válida para ir y hablar con el pediatra", añadió Belden.

El equipo analizó los informes de los padres de 279 chicos de entre 3 y 6 años sobre las rabietas de sus hijos. Luego comparó los enojos de niños saludables con los de pequeños previamente diagnosticados con depresión o algún tipo de problema de conducta.

De diversos tipos de rabietas identificadas por los investigadores, Belden dijo que los chicos que se dañaban a sí mismos eran los que más probabilidad tenían de sufrir depresión.

"Si se llega al punto de que el padre se siente incómodo al salir de casa porque teme que su hijo tenga una rabieta, eso sería un signo para buscar ayuda".