dilluns, 24 de desembre del 2007

NAVIDAD

  El niño Jesús

Navidad, que bonita es ésta cuando se tiene salud, una familia, un hogar… Pero que triste debe ser para las personas que están enfermas y sufren, que viven solas, cuando no se tiene un techo donde cobijarse, o cuando se está muy lejos de la familia.

Hace unos días volví abrazar a un gran amigo de la familía que vino a pasar unos días con su familia que llevaba varios años sin hacerlo, ya que es religioso y está de misionero en Sierra Leona, Durante la larga charla que tuvimos me comentó que cuando llega la Navidad lo pasas mal porque estás muy lejos de la familia y te acuerdas mucho de ella, pero ser misionero implica dejar a la familia, amigos y las comodidades que puedas tener para estar al pie del dolor, llevar alivio y esperanza allí donde existe el sufrimiento humano, y trabajar con los más necesitados.

Este sufrimiento humano del que me hablaba es una razón por la cual tantas y tantas personas han abandonado su país para poder llegar a Europa, ya que sienten la necesidad de trabajar para huir de la pobreza, de la enfermedad, del hambre…

Desde hace años unas lo han intentado en cayucos o escondidas en las bodegas de barcos mercantes para llegar a las costas o en algún puerto europeo, pero no todas tuvieron la suerte de ver realizados sus sueños. Son muchísimas las que no pudieron llegar a tierra porque se les partió o hundió el cayuco en que iban, otras murieron por asfixia en las bodegas de los barcos que viajaban.

Que injusta es la vida, pero aún así, esperemos que nos permita a todos pasar una Feliz Navidad.