dimecres, 13 de febrer del 2013

Una lección magistral




Beatriz telegón

A partir de mediados del siglo pasado todas las grandes empresas, comercios y profesionales tenían sus propios aprendices, poco a poco fueron desapareciendo hasta el punto que hoy apenas hay profesionales, los únicos que mantienen aprendices son los partidos políticos, es raro que un partido no tenga sus juventudes las cuales las adoctrinan para que el día de mañana se ganen unos buenos sueldos sin importarles lo mas mínimo que sean buenos gobernantes o qué modelo de oposición realizaran.

Una muestra de ello lo vivimos en la segunda legislatura del Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero, Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con las socialistas Leire Pagín y Bibiana Aido, ambas a los dieciséis años se afiliaron a la Juventudes Socialistas y llegaron a ministras pasando con más pena que gloria por los ministerios de Sanidad e Igualdad respectivamente, pero con muy buenos sueldos.

Por suerte ahora parece ser que en el PSOE no todas son como Pagín o Aido, la secretaria general de la Unión de Juventudes Socialistas, Beatriz Talegón -foto-, protagonizó un discurso durante la Internacional Socialista que se celebraba en un balneario de Cascais (Portugal), en que abroncó a los líderes socialistas presentes.

Talegón, exconcejal del Ayuntamiento de Tabanillas del Campo (Guadalajara), les acusó de "remover la revolución desde un hotel de cinco estrellas en Cascais, llegando en coches de lujo". "Os exigimos de una vez por todas que la Internacional tenga sentido, no hagáis que los jóvenes nos avergoncemos", añadió.

"Estamos aquí comprometidos con vosotros, los mal llamados líderes, porque sois los responsables de lo que está pasando. Estamos pagando las consecuencias de vuestra falta de acción o de vuestra acción. No tenemos ningún tipo de apoyo de la Internacional Socialista, no os preocupamos en absoluto", aseguró.



1 comentari:

Joan Vendrell i Campmany ha dit...

La diferencia está en que, los aprendices de los establecimientos comerciales o industriales, aprendían el oficio y llegaban a ser unos muy buenos profesionales.

Las/os "aprendizas/ces" de los partidos políticos, salvo alguna que otra rarísima excepción, que, de haberlas haylas, sólo han podido aprender lo que allí han visto: CORRUPCIÓN, CORRUPCIÓN Y CORRUPCIÓN.