dijous, 5 de juliol del 2012

“La liga anticorrupción”




slogan de la liga anticorrupción
La corrupción, los abusos de poder o el despilfarro de dinero público tendrán a partir de ahora un nuevo enemigo. Se trata de la Liga Anticorrupción, un movimiento cívico que presidirá Augusto González, uno de los sobrinos de Adolfo Suárez -presidente del Gobierno, 1976-1981, al que acompañan abogados, economistas, expertos en urbanismo, periodistas y un grupo de personalidades ligadas al mundo del derecho, la universidad, la economía, la judicatura y la fiscalía.


Con el objetivo de frenar en seco la corrupción en España, que consideran cada día más generalizada, los despilfarros y los abusos de poder, el pasado 1 de julio se fundó en Madrid un movimiento cívico que pretende ser una acicate para erradicar estas prácticas tan nefastas para una sociedad tan castigada por la crisis. El movimiento cívico, que se conocerá bajo el contundente y clarificante nombre de “Liga Anticorrupción” fue registradoel martes en el Ministerio del Interior. La próxima semana se pondrá en marcha una moderna página web en www.ligaanticorrupcion.org a través de la cual los ciudadanos podremos denunciar cualquier corruptela, que será perseguida judicial y públicamente por la Liga Anticorrupción aunque aclaran que los ciudadanos que deseemos ponerse en contacto con ellos ya podemos hacerlo a través del mail info@ligaanticorrupcion.org

Aunque se afanan en explicar que se trata de un movimiento cívico en el que ya están involucradas varias decenas de personas y que no se trata de una organización al servicio de nadie que no sea la sociedad. La Liga Anticorrupción que se declara “absolutamente apartidista” y alejada de cualquier personalismo iniciará a partir de mañana su actividad con la presentación de una denuncia ante el Congreso de los Diputados.

Augusto González dijo “queremos que quienes ejercen cargos públicos desde el despotismo, el despilfarro y la impunidad comiencen a saber que la ciudadanía no les quiere y que España necesita que la ética y el servicio público sea la escala de valores de una nueva forma de entender la política”. González también cargó contra la forma de hacer política actual y ha señalado que “la ética que necesitamos de nuestros políticos está en las antípodas de las prácticas actuales de una clase política encapsulada en sí misma y cuyo objetivo no es en muchos casos la representación de los ciudadanos sino de sí mismos y de sus intereses de partido o particulares”.

González señaló que este nuevo movimiento cívico cuenta ya con la adhesión y participación de importantes personalidades procedentes del mundo del derecho, la universidad, los medios de comunicación, la economía y hasta de la judicatura y la fiscalía, que se irán dando a conocer de forma paulatina en unos casos, y en otros estarán en un segundo plano apoyando a través del asesoramiento o la representación jurídica de la Liga Anticorrupción.

Los fines de la Liga Anticorrupción quedan meridianamente claros en los estatutos:

1.- La denuncia ante los organismos oficiales pertinentes, la opinión pública y la administración de Justicia de todas aquellas actividades ilícitas, ilegales, de corrupción, de incumplimiento de la legalidad vigente, de uso indebido o abusivo de los fondos públicos en beneficio de entidades y particulares, y en especial de aquellas actividades que no respeten el marco legalmente establecido y concernientes a entidades o representantes públicos de los ciudadanos.

2.- La denuncia de todos aquellos abusos de posición de representantes políticos, o de privilegio respecto a sus representados, o de no adaptación o extralimitación de los principios democráticos y de representatividad señalados en la legalidad vigente.

3.- La denuncia de la falta de transparencia en instituciones, organismos, empresas o entidades públicas o participadas con fondos públicos que puedan dar lugar gracias a esa opacidad a un uso indebido del dinero público.

4.- La búsqueda de la calidad democrática y la democracia participativa a través de la erradicación de cualquier práctica de uso indebido de fondos o cargos públicos.

A ver si entre todos podemos conseguir que todos estos políticos corruptos, derrochadores y sinvergüenzas, que aparte de hacerles mucho daño al resto de políticos honrados se han enriquecido a costa de los contribuyentes, vayan a parar ya de una vez a la cárcel que es donde deben de estar.