dijous, 19 de gener del 2012

Se acabó, a rezar a otro lugar

  musulmanes rezando en la plaza camarón de la isla de badalona (barcelona)

¿Qué nos pasa a los catalanes? Cuando en varios países musulmanes se están quemando iglesias católicas y persiguiendo a los cristianos, aquí permitimos que los musulmanes recen en la vía pública o a donde les da la gana, y encima se les adjudica solares para que se construyan mezquitas.

En 2010 la entonces ministra de Defensa Carme Chacón cedió el cuartel militar San Fernando en Figueras (Gerona) para que más de trecientos musulmanes celebraran durante todo un mes el ramadán, sin embargo unos meses antes la ministra prohibió en otros cuarteles otras celebraciones religiosas como el Corpus Cristi de Toledo.

Desde hace tres años, explica el alcalde de Badalona (Barcelona), Xavier García Albiol, Partido Popular (PP), un grupo de entre 400 y 500 musulmanes, de origen paquistaní mayoritariamente vecinos de la propia ciudad pero también de Santa Coloma de Gramanet y Sant Adrià del Besòs, reza cada viernes en la plaza Camarón de la Isla -foto-, ubicada en el barrio de Sant Roc.

Estando aún en la oposición García Albiol apremió al gobierno municipal Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) para que mediara. El espacio cuenta, además, con una pista de baloncesto pensada para la práctica de este deporte y otros y no para rezar, apunta el ahora alcalde de Badalona. Pero el Consistorio hizo la vista gorda, así que cuando García Albiol tomó el relevo al frente del Ayuntamiento se reunió con los portavoces de los musulmanes para tratar de encontrar una solución. Con todo, han pasado seis meses y el grupo sigue reuniéndose cada viernes en la misma plaza y ocupando la pista deportiva para sus rezos.

A la primera advertencia hicieron caso omiso. Ahora se les ha dado el segundo aviso. Si en primavera los más de 400 musulmanes que se instalan cada viernes en la plaza Camarón de la Isla no han encontrado un sitio alternativo para rezar, el tercer toque de atención llegará con excavadoras. Y es que el Consistorio, además de no querer consentir practicas espirituales en la vía pública, tiene previsto reurbanizar esa zona de la ciudad.

En Lleida la tensión entre el Ayuntamiento y la comunidad musulmana acabó el pasado mes de diciembre cuando se adjudicó un solar a una asociación para la construcción de una mezquita. Atrás quedan situaciones conflictivas por el precinto y luego el desahucio de un centro de culto por superar el aforo y no pagar el alquiler.

En cambio en Salt (Gerona) gobernado por Corvergència i Unió (CiU), las concesiones de licencias para erigir centros de culto se ha suspendido por la presión del partido político Plataforma per Catalunya (PxC).