El pasado jueves el diario Deia publicaba que en el número de octubre del boletín Ekia, la publicación interna dirigida a los presos de ETA exige a sus presos que se nieguen a pedir perdón y a reparar el daño hecho.
El último boletín de Ekia dice que ETA está muy lejos de la imagen que se está vendiendo desde una buena parte de la clase política española. En este documento conocido el pasado mes de diciembre, ya tras el "cese definitivo del terrorismo", la banda terrorista se siente orgullosa especialmente de dos de sus acciones.
ETA destaca como "acciones de gran impacto" para cambiar la política penitenciaria: "El secuestro de José Antonio Ortega Lara, funcionario de prisiones, y la ejecución de Miguel Ángel Blanco" concejal de Partido Popular (PP) en Ermua, por que el Gobierno de José María Aznar no quiso ceder al chantaje de estas ratas asesinas de reagrupar a todos sus presos al País Vasco.
En el texto no aparece ni una línea de arrepentimiento o perdón a esas dos víctimas. Es más se jactan de sus acciones terroristas. El documento etarra afirma que "la persecución contra los presos políticos vascos" produjo "una gran respuesta entre la sociedad vasca y se extendió una reivindicación contundente para traerles a Euskal Herria, tanto en movilizaciones populares como en las organizaciones. Se desarrollaron cientos de iniciativas".
Dos de ellas fueron las acciones terroristas de las que tanto se felicitan. Mientras queda clara la política de la banda, éstos intentan que existan más beneficios penitenciarios para los presos de la banda que el Gobierno de Rajoy no debe de permitir.
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