El día 28 de noviembre de 2010 hubo elecciones para el Parlament -Parlamento- de la Generalitat de Catalunya, las cuales decidieron que el Gobierno pasará de las manos del tripartito Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), a las manos de Convengència i Unió (CiU).
Como ya comentaba en este blog -lea el post del pasado día 18-, el tripartido dejo la deuda más grande de la historia de la Generalitat, y aparte de la deuda que dejaban y en los momentos que estamos viviendo tuvieron la desfachatez de conceder una subvención de 580.000 euros para la compra de yates de lujo.
Por todo esto el Gobierno de CiU se ve obligado hacer unos recortes antipopulares en la Sanidad pública, Educación, entre otros, de los cuales yo estoy totalmente en desacuerdo con ellos.
A raíz de esto los sindicatos mayoritarios Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), junto con partidos políticos que gobernaron en el tripartito convocan día si y otro también manifestaciones y caceroladas contra los recortes.
Es curioso ver que mientras el tripartito estaba dejando a la Generalitat arrasada como un solar -creando embajadas, derrochando el dinero público dando subvenciones inútiles etc.-, y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero recortaba el sueldo a los funcionarios, nos congelaba la pensión a los jubilados, se reía de los autónomos, cuando hay más de cinco millones de parados, de ellos muchos miles de familias no perciben ninguna prestación, un 45,39% de paro juvenil, millones de personas no pueden llegar a fin de mes, estos sindicatos paniaguados han estado callados, y debido a ello habido muchas familias que desgraciadamente han perdido su vivienda como la señora María Teresa Alsina.
Esta claro que si los sindicatos fueran sindicatos como deberían de ser, muchos cierres de empresas y comercios, recortes sociales, desahucios y disgustos se hubiesen evitado, pero como son unos vividores con miles de liberados que viven del cuento y de las subvenciones del Gobierno, nunca se manifestaron contra la nefasta gestión de Zapatero ni del tripartito, y ahora pagamos las consecuencias.
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