Con motivo del 20 aniversario el pasado miércoles la televisión autonómica de Cataluña TV3 ofreció en catalán y castellano el reportaje (no deje de verlo) de 56,05 minutos de duración dirigido por Albert Om, “ETA a la ciutat dels sants” (ETA a la ciudad de los santos) ocurrido en la casa cuartel de la Guardia Civil de Vic (Barcelona), el 29 de marzo de 1991, en el cual se revive el atentado más cruel que junto con el del centro comercial Hipercor ubicado en Barcelona el 19 de junio de 1987, ha cometido esta banda terrorista en Cataluña.
Después de verlo hubo tres cosas que me llamaron mucho la atención:
Primera.- Entre las declaraciones recogidas de protagonistas indirectos del acontecimiento, destaca la de Pere Girbau (alcalde de Convergència i Unió CiU en esa localidad entre 1987 y 1995), quien años después señala que “ETA no tenía que atentar aquí, cuando teníamos un sentimiento de catalanes como ellos tienen de vascos, ¿por qué tenían que venir aquí?”.
Las palabras de este político no tienen otro calificativo como de bochornosas, repugnantes, inmorales entre otros apelativos. Evidentemente, entran de lleno en la falsedad porque, a raíz de manifestaciones de este calado se da a entender que en España hay personas que merecen ser objetivo de los terroristas y otras, en este caso los catalanes, no tenemos que ser ni siquiera extorsionados. Por supuesto, nadie tiene que ser objetivo de estas ratas asesinas, aunque estas afirmaciones vienen a entroncar directamente con aquella negociación en Perpignan de Carod Rovira, de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) a finales de 2003, cuando negoció por su cuenta y riesgo una tregua de ETA en Cataluña.
Segunda.- Los ciudadanos de Vic que se volcaron de lleno desde el primer momento en ayudar a las victimas y en dar sangre para los heridos, pero ¿Por qué no hicieron una manifestación condenando esta masacre? ¿Por qué han tardado dieciocho años en poner una placa conmemorativa en recuerdo de las victimas?
Y tercera.- ¿Como el vicepresidente primero del Gobierno de España y ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, puede ser tan cínico y poca vergüenza? que el día 13 junio de 2009 acudiera a Vic junto al presidente de la Generalitat, José Montilla, al homenaje de estas victimas siendo “conocedor por no decir otra cosa” del chivatazo que la policía hizo el 6 mayo de 2006 en el bar Faisán a estos asesinos para que no cruzaran la frontera a Francia para que no fueran detenidos.
Aquí dejo otro video de Televisión Española que también se hizo eco de este brutal atentado para que juzgue usted mismo si el actual Gobierno puede ceder como esta haciendo ante esta banda de asesinos.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada