Ayer se celebró la primera jornada de puertas abiertas de la Sagrada Familia que se convirtió en un auténtico éxito. No sólo por las más de 20.000 personas que pasaron a lo largo de toda la mañana por el templo sino porque la basílica supo absorber la larga cola de personas que sólo esperaron 30 minutos alrededor del monumento.
El presidente del Patronato de la Sagrada Familia, Joan Rigol, se mostró exultante con esta importante presencia de visitantes y recordó que incluso antes de abrir a las nueve de la mañana ya se había formado la primera cola. También dijo que desde la consagración del templo por el Papa Benedicto XVI ha aumentado la presencia de visitantes un 23%, aunque lo que más destacó fue que los catalanes que se acercan al monumento de Gaudí han crecido un 60% en este tiempo.
Las numerosas colas mezclaron ciudadanos de Barcelona y el resto de poblaciones catalanas así como turistas, muchos de los cuales desconocían que se podía visitar gratis el monumento. Dentro no se podían tomar los ascensores ni se organizaban visitadas aunque algunos guías continuaron explicando a grupos de turistas todos los misterios de la basílica de Gaudí desde el suelo. Sí que estaba abierta la cripta, igual que cada día desde hace muchos años, por lo que los visitantes pudieron ver desde los ventanales debajo del altar como se celebraba misa.
Rigol destacó que esperarán a que pasen estos cuatro sábados de enero para decidir si establecen más días de puertas abiertas para visitar la Sagrada Familia. Su intención es que toda la ciudadanía pase a conocer como ha quedado por dentro el templo y "hagan suya" la basílica además de las ocasiones que se abra "por la vía del culto". En este sentido también se tendrá que decidir qué ocasiones requiere que se celebre misa en un monumento en el que caben unas 6.500 personas sentadas, como recordó el presidente del Patronato.
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