Esta semana Madrid sufre una "huelga salvaje" de Metro en la que se han suspendido hasta los servicios mínimos afectando a más de dos millones de personas. ¿Por qué protestan? Por que la comunidad de Madrid les rebajará un 5% (que en realidad es un 2,5 %) un sueldo que ahora se sitúa, de media, en los 38.000 euros.
Una cantidad que supera en cuatro veces el sueldo mínimo interprofesional. Pero, ¿cuáles son las condiciones laborales de los trabajadores de Metro? Según recoge ABC en su edición digital, el trabajador de este empresa cobra de media 38.000 euros brutos anuales más dietas y su puesto es "fijo", es decir, según el último convenio no pueden ser despedidos ni por razones técnicas, ni económicas ni organizativas. Además, el 95% de los más de 7.100 trabajadores, tiene un contrato indefinido.
Su horario, siete horas y media u ocho al día. En cuenta a las vacaciones, poseen 30 días al año, más seis de asuntos propios - siete si el reconocimiento médico es fuera del horario laboral - y otros cinco que, estos sí, si se cogen no se pagan.
Pero además, los profesionales de Metro tiene otras ventajas: hipotecas con condiciones favorables para comprar una vivienda y cursos de idioma o formación en nuevas tecnologías.
Además, viajan gratis en el metro hasta después de jubilados, al igual que sus hijos y sus mujeres. El resto de sus familiares, se beneficia de importantes descuentos.
Ayer me molestó la sonrisa irónica de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández De la Vega, cuando comentaba el caos que han organizado los sindicatos CCOO y UGT en Madrid (vea y juzgue en este enlace http://www.youtube.com/watch?v=JtzLX_BH96g&feature=player_embedded las subvenciones que reciben de Zapatero). Esta señora sabe o debería saber, que en un Estado de Derecho todos los ciudadanos tenemos derecho de hacer huelga, pero siempre respetando los servicios mínimos, cosa que los empleados de Metro no hicieron.
3 comentaris:
Una vergonya.
Si Sr. Joan, tiene Ud. toda la razón, es una vergüenza.
Es una vergüenza que unos sindicatos que hace meses que tenían que haberla hecho, no por el recorte salarial, sino por los cinco millones de personas que no saben donde ir a ganarse el pan para sus hijos, por estas personas que tienen que recurrir a los comedores de Cáritas porque no tienen que comer, por estos pequeños y medianos empresarios que han tenido que cerrar sus empresas y negocios, por estas personas mayores que han perdido su vivienda porque en su día avalaron la hipoteca de sus hijos y ahora se encuentran que ellos tampoco la pueden pagar.
En toda mi vida laboral nunca he pertenecido a ningún sindicato porque nunca he creído en ellos, y menos ahora que hay tantos liberados que viven sin trabajar y de las subvenciones del Gobierno.
Referente a la huelga de los conductores de Metro de Madrid, he de decir que bajo mi punto de vista ha sido una huelga política, estos señores que les pagamos las subvenciones entre todos han tenido la poca vergüenza de paralizar un medio de transporte que lo utilizan millones de ciudadanos para ir a trabajar y no cobran 38.000 euros como ellos.
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