Mientras que la OTAN anunciaba optimista el pasado jueves, que 20 países están dispuestos a reforzar el contingente militar en Afganistán, en respuesta a la petición del presidente norteamericano Barack Obama, según una encuesta realizada por el Real Instituto Elcano, tan sólo el 5% de los ciudadanos estaría a favor de aumentar la presencia militar española en el país islámico.
La postura de la opinión pública de nuestro país, no parece en absoluto un caso aislado, ya que se tiene constancia también, de que estudios de opinión realizados por ejemplo en Alemania, arrojan que el 69% de sus habitantes apuestan por la retirada de todas las tropas de manera inmediata.
Pese a la evidente oposición de sus compatriotas, se prevé que el gobierno español contribuya con un nuevo envío de unidades, para conseguir el refuerzo de 5.000 efectivos solicitado por Estados Unidos -que se barajó pudieran ser en realidad un total de 30.000 en los próximos 6 meses-, aunque por el momento, únicamente se haya informado diplomáticamente con palabras de Zapatero visiblemente abierto a obedecer a Obama pero cauto en declaraciones la pasada semana y con las declaraciones calcadas del titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que al igual que su jefe -ZP-, apuntaba que no se realizaría una nueva contribución con tropas, hasta que el tema “no haya pasado por el Parlamento, por el debate, el consenso y la aprobación de la mayor parte de grupos políticos”.
España actualmente tiene en la zona casi 1.000 militares patrios, cifra que tras la reunión de ZP con el vicepresidente norteamericano, Joe Biden, el pasado miércoles, hace pensar que en breve, podrían ser varios cientos más.
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