El diario del grupo Prisa, El País, denuncia la prostitución ilegal en plena calle junto al mercado de La Boqueria. En los porches del mercado se refugian, entre carteristas y vagabundos que duermen, las prostitutas más degradadas de la ciudad, aquellas que no disponen de un piso para trabajar o que no pueden competir en las inmediaciones del Camp Nou, el otro foco clásico de prostitución en Barcelona, junto al Raval. Jóvenes africanas -muchas víctimas de la explotación- y, especialmente, travestidos latinoamericanos aprovechan los muchos recovecos oscuros y escondidos de la zona sur del Raval.
El reportaje va acompañado de diversas fotos tomadas, precisamente en el mercado, la noche del pasado sábado por uno de los fotógrafos del diario, Edu Bayer. Y eso que la Boqueria es "una zona donde el tránsito de alimentos es continuo, por lo que las condiciones de salubridad tienen que ser óptimas". No fue uno de los vendedores quejumbrosos quien resumió de forma tan certera el problema, sino Carles Martí. Era 2003 y ejercía de edil del distrito de Ciutat Vella. El hoy primer teniente de alcalde de Barcelona anunció entonces que cerraría los porches de noche, y le aplaudieron los comerciantes.
Seis años y una ordenanza cívica después no ha cambiado nada en ese lugar. Los políticos municipales siguen dándole vueltas a la norma, que prevé multas para quien ofrezca y demande sexo en la calle. Mientras discuten si ahora debe regular la libertad de los paseantes a vestirse como quieran, la ordenanza fracasa noche tras noche en Les Ramblas.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada