Cada vez son más los inmigrantes que llegan a nuestro país y se enfrentan a nuevas situaciones como buscar alojamiento, trabajo y satisfacer las necesidades básicas de cualquier persona. Sin embargo, entre tantas preocupaciones una de ellas queda a la cola: la salud.
Escribe Sara Domingo en Diario Médico que el Hospital Ramón y Cajal de Madrid tiene en funcionamiento un proyecto de información sobre enfermedades infecciosas dirigido a este colectivo, que es igual de vulnerable que cualquier otro a dolencias como por ejemplo el VIH, la tuberculosis o el mal de Chagas.
El programa 'Nuevos ciudadanos, nuevos pacientes' consiste en una charla educativa para concienciar a este colectivo del peligro de contagiarse de ciertas enfermedades. El núcleo del programa son Miriam Navarro, médico y coordinadora del proyecto, Anne Guionnet, psicóloga, y Bárbara Navaza, mediadora cultural e intérprete. Además, cuentan con el apoyo de otros colaboradores y traductores de varios idiomas.
Las ONG y otras organizaciones que ayudan al inmigrante a satisfacer sus necesidades básicas colaboran estrechamente con este programa, organizando los grupos para las charlas. "Si una persona no tiene cubiertas necesidades como el alojamiento, la comida o el trabajo, es difícil que se ocupen de la salud. Pero si tiene, por ejemplo, un techo donde vivir como en una casa de acogida, es más fácil que pueda preocuparse de otros aspectos", explica la psicóloga.
El proyecto comenzó en 2006 con una subvención del Ministerio de Sanidad como un programa educativo para prevenir el sida. Con el tiempo y la colaboración de Sanofi Aventis y la Asociación de Enfermedades Infecciosas del Ramón y Cajal, se ha ido ampliando a otras enfermedades como el mal de Chagas. Durante 2007 participaron un total de 969 personas, de las que 626 fueron inmigrantes.
Aunque se inició en la Comunidad de Madrid, hoy se realiza también en Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, La Rioja, Murcia y Navarra. El objetivo de sus impulsores es extender el proyecto al resto del territorio nacional.
Los principales destinatarios de este programa son inmigrantes. Actualmente trabajan con personas procedentes del África subsahariana, África del norte, América Latina y Europa del Este , con los que se crean diferentes grupos de discusión.
La diversidad de origen hace que los contenidos se adapten a la cultura de cada colectivo, y también al idioma, por lo que las charlas se imparten en inglés, francés, portugués, rumano, árabe y diversos dialectos africanos con la ayuda de traductores para los tres últimos.
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