En nuestro país, un 73% de las víctimas de abuso sexual son niñas de entre 11 y 14 años de edad. En el caso de los niños, el pico de edad se sitúa en torno a los 8 años. Además, y contrariamente a como se presupone habitualmente, el abuso no suele ser perpetrado por el padre, pues según refleja un estudio llevado a cabo con 497 casos por pediatras del Hospital Sant Joan de Déu, de Esplugues de Llobregat (Barcelona), y presentado en el 57º Congreso de la Asociación Española de Pediatría, en el 22% de los casos analizados el abusador era una persona allegada a la familia y conocida por la víctima. Tras ésta se sitúan el padre (14%), un tío (13%), el padrastro o pareja de la madre (11%) y, además de un amigo (9%) y un docente o monitor (6%), el resto de figuras familiares. Sólo en un 5% de los casos es alguien totalmente ajeno a la víctima.
Por lo que hace referencia al nivel social de la víctima y el maltratador, la mayoría de abusos sexuales, hasta un 36%, tiene lugar en familias de nivel social medio. El 29% se producen en el nivel medio-bajo, un 21% en el bajo, un 9% en el medio-alto, un 4% en el marginal y tan sólo un 1% en el alto.
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