La impotencia no es como el dolor de cabeza, que a menudo se supera con algún analgésico. La pérdida de erección provocada por la edad - un fenómeno que comienza a partir de los 40 años y se agudiza a los 50 - puede ser el anuncio de un grave problema cardiovascular que desemboque en un infarto o un derrame cerebral en el plazo de dos años, según los urólogos y las estadísticas
“La salud sexual del varón va más allá de la rigidez del pene: Este trastorno puede ser un síntoma centinela de una enfermedad grave que pone en peligro la vida”, afirma el Dr. Ander Astobieta.
La disfunción eréctil es la incapacidad del hombre de obtener una erección intensa como para completar el coito. Los expertos restan importancia a que se falle alguna vez; el problema se presenta cuando la situación se repite al menos el 25% de las veces. Si es así, es el momento de acudir al especialista. La automedicación contra la impotencia es peligrosa, (Viagra y otros), porque soluciona el problema superficial, sin hallar el integral; la hipertensión, el colesterol, la diabetes, el cáncer de próstata, el consumo de fármacos, estupefacientes y la edad suponen los principales factores de riesgo que llevan a la disfunción eréctil.
Una vida sana, que incluya dieta equilibrada y ejercicio, son el mejor modo de prevenir la aparición de esta patología.
¿Físico o psicológico?
Al rededor del 30% de casos de impotencia se da por alteraciones psicológicas, generalmente por miedo al fracaso o, por una relación de pareja desequilibrada.
Las complicaciones físicas afectan al 80% de los varones a partir de los 40 años
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