dijous, 17 de gener del 2008

Con el invierno, llega la gripe

  Enfermo con gripe

(PD) Con el invierno, llega la gripe; y con la gripe, problemas en los hospitales. Hasta 15 horas de espera, pasillos habilitados como ambulatorios y camas improvisadas en cualquier butacón es el escenario cotidiano de todos los años en esta época, si bien en estas últimas semanas algunos centros han batido récords de hacinamiento. Sin embargo, el virus de la gripe de 2008 no es ni la mitad de virulento que en años anteriores. El director general de Salud Pública, Manuel Oñorbe, indica que la tasa de casos (150 por 100.000 habitantes) está muy lejos de los máximos alcanzados entre 2000 y 2005 (casi 600), aunque haya más gripe en el norte, informa Emilio de Benito.

Pero si ya se sabe lo que pasa cada año, y los planes de contingencia de las comunidades autónomas -más camas, nuevas salas, aumento temporal de la plantilla- funcionan a pleno rendimiento, ¿Qué es lo que falla? ¿Por qué se agrava una situación tan previsible?

Los expertos consultados resaltan los siguientes factores: el aumento de la población; la falta de previsión de los hospitales sobre las estancias de los ingresados en planta -no disminuyen las operaciones no urgentes, lo que implica una alta ocupación de camas- y no se planifican bien los turnos de vacaciones de Navidad; falta coordinación con primaria (más de la mitad de los ingresos hospitalarios se hacen por urgencias, que atienden al año a 24,5 millones de personas, de las que ingresan sólo unos 3 millones)

Y, hay una huida de los médicos de urgencias hacia otras especialidades con menos enfermos que atender y más posibilidades de ascenso. "Resulta cada vez más difícil encontrar médicos para los servicios de urgencias", asegura Manuel Moya, jefe de este servicio en el hospital Puerta de Hierro de Madrid. El vicepresidente de la Sociedad Española de Médicos de Urgencias y Emergencias (Seme) Tomás Toranzo, apunta a la falta de reconocimiento de la especialidad de médica como origen del problema.