Lucha contra la Hipertensión Arterial

Bajo el lema “No corras riesgos, controla tu tensión”, hoy se ha celebrado el Día Nacional de la Hipertensión por el Club del Hipertenso de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA)

Su presidente, Luís Miguel Ruilope, asegura que “entre un 10 y un 15 por ciento de los pacientes hipertensos no tendrían que tomar medicamentos si siguieran cuatro recomendaciones: evitar el sobrepeso, realizar actividad física periódica, no fumar y no ingerir grandes cantidades de alcohol”.

La hipertensión arterial en España afecta a cerca de 12 millones de personas. De hecho, la incidencia en la población general adulta es de aproximadamente un 35 por ciento, llegando hasta el 40 por ciento en edades medias y a más de 60 en las personas de 60 años. “La hipertensión es un factor de riesgo cardiovascular importante, su prevalencia está constante aumento y está relacionado con el tipo de vida, que no es el adecuado”, señaló Ruilope. Además, añadió, su control “disminuiría el gasto del Ministerio de Sanidad, donde el coste extrahospitalario de la hipertensión es probablemente uno de los más altos.

Nieves Martell, coordinadora del Club del Hipertenso de la SEH-LELHA, afirma que “cada vez se detectan pacientes hipertensos más jóvenes que, además, padecen otros factores de riesgo, aumentando así su riesgo cardiovascular”. Por eso, el Club del Hipertenso incide en la prevención precoz en adolescentes y pondrá en marcha próximamente una campaña que transmita la importancia de una vida activa y una forma de comer más saludable.

Luis Miguel Ruilope destaca la necesidad de crear una estrategia nacional que requiere la iniciativa del Ministerio de Sanidad, y de todas las comunidades autónomas para desarrollar un plan educativo desde las escuelas. “Una población más educada tendría menos necesidad de acudir a los centros de salud”, afirma Ruilope. Además afirmó que el Ministerio debe ser consciente del papel que desempeña la Atención Primaria, que “son los primeros que deben detectar el daño o el riesgo cardiovascular” y, por último, estimular la labor de enfermería en la “prevención”.