Las cuatro columnas del arquitecto Josep Puig i Cadafalch, vuelven a lucir en Montjuïc, 82 años después de su derribo. Barcelona ha restituido un símbolo catalanista que honra a las cuatro barras de la senyera (bandera de Cataluña) que la dictadura de Primo de Rivera destruyó en 1928, tan sólo 11 años después de que se empezaran a levantar, en el lugar que hoy ocupa la Font Màgica (Fuente Mágica).
El empeño de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que contó finalmente con el apoyo de todos los grupos del Ayuntamiento en junio de 2008, ha permitido que la ciudad recupere estas cuatro columnas, de 20 metros de altura (uno menos que las originales) y dos de diámetro, si bien en un lugar distinto al original. Ahora están justo por encima de la Font Màgica, en la plaza del Marquès de la Foronda, entre los palacios de Victòria Eugènia y de Alfons XIII. El material utilizado también cambia, ya que ahora se ha optado por el hormigón prefabricado para el exterior (el interior estará prácticamente vacío) y las antiguas se hicieron con ladrillo. También la técnica constructiva se ha actualizado.
El pasado martes, tras siete meses de obras, se retiraron los andamios que tapaban el conjunto escultórico, que ya ha levantado algo de polémica porque tapa parcialmente el Palau Nacional, que se encuentra detrás. No sólo por ello, sino también por su coste, ya que en plena crisis económica este proyecto habrá costado unos dos millones de euros.
El líder del PP en el Consistorio, Alberto Fernández Díaz, ya reclamó justo antes del inicio de las obras, en mayo, que se aplazaran en consonancia con el plan de austeridad municipal.
Finalmente se han llevado a cabo y se han culminado con dos meses de retraso. Queda por acabar la urbanización de los entornos.
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