Hoy hace un año que en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) vivimos la tragedia más grande que recordamos, las posibles deficiencias en la construcción del túnel de bateo del campo municipal de béisbol, y el fuerte vendaval que azoto a Cataluña provocaron el derrumbe de éste http://www.youtube.com/watch?v=v5MmgHbn7GY, causando la muerte a los niños Joel, Eric, Xavi y Mario, e hiriendo de diferente consideración a nueve personas más, que a causa del mal tiempo entrenaban dentro del túnel.
El auto relata que el 18 de octubre de 1993, el Ayuntamiento de Sant Boi aprobó adjudicar las obras de instalación del túnel de bateo a Construcciones J. García Martos, que terminó las obras el marzo de 1994. Desde entonces, señala el texto, “por el Ayuntamiento se han hecho reparaciones que han sido consideradas fuera de un normal mantenimiento, tanto a petición del club como las reparaciones detectadas por las visitas de los técnicos municipales o auxiliares técnicos de la Corporación”. Carmen Ruiz. Aguinaga, fue la arquitecta encargada de las obras.
De la documentación aportada, sin embargo, se deduce que “existen indicios racionales para considerar que los muros de carga de la edificación habrían de estar rellenos de hormigón, o al menos se habrían de haber colocado elementos armados vertical y horizontalmente dentro del propio muro”. Como faltaban éstos y otros elementos (como la sujeción de la cubierta al muro), la estructura era incapaz “de soportar la sobrecarga de viento porque el muro no tenía las condiciones de rigidez necesarias y no estaba atado al pórtico de ninguna manera. Del informe pericial se desprende que existen indicios racionales para considerar que la construcción de la edificación en cuestión no ha seguido la lex artis constructiva para la ejecución de los muros mediante bloques de hormigón. En conclusión, del informe pericial se desprende que la edificación no reunía las condiciones precisas y necesarias de solidez y seguridad que le eran requeridas para la función a que se hallaba destinado, por lo que ponía en manifiesto la existencia de un estado latente o de riesgo”.
El Juzgado de Instrucción número 3 de Sant Boi que lleva el caso ha imputado a la arquitecta responsable de las obras, al arquitecto técnico municipal, y al responsable de la empresa que realizó las obras, por cuatro delitos de homicidio imprudente, y otros nueve de lesiones.
Deseo que la justicia aplique el máximo castigo a los culpables si los hay, y que paguen privados de libertad por las muertes de estos cuatro niños y por las personas que resultaron heridas, por el dolor ocasionado a los padres, hermanos, abuelos y demás familiares, amigos y vecinos de Sant Boi.
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