El IV Congreso Internacional por la Vida se convertirá en un marco de diálogo que reunirá a todas las personas interesadas en defender la vida desde el momento de la concepción hasta su muerte natural. En este camino, los organizadores recuerdan que “es necesario ayudar a la familia como tejido básico de solidaridad y amor, promocionar el papel de la mujer como primera acogedora de la vida en su realización personal para reconocer su maternidad como un bien social y personal”.
Además, el congreso hará especial hincapié en la necesidad de proteger a la infancia y a las personas desfavorecidas. Junto a todos estos objetivos, el encuentro de la capital maña buscará también aportar unas orientaciones claras para que la investigación biomédica preste un auténtico servicio a la humanidad “sin denigrarla en ninguna circunstancia”
El congreso estará articulado en torno a 5 mesas redondas que abordarán la apuesta por la vida desde diferentes vertientes: filosófico-antropológica, científico-médica, jurídico-legislativa, socioasistencial y político-mediática.
Para ilustrar cómo es posible crear una cultura de la vida desde tan diferentes perspectivas, el Congreso contará con la asistencia de destacados científicos y profesionales en cada una de estas áreas. Así, está confirmada, entre otros, la asistencia de Rogelio Altisent, presidente de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de España. También está confirmada la presencia de Ramón Lucas Lucas, catedrático de Antropología filosófica y Bioética de la Universidad Gregoriana de Roma. Otra de las personas que tomará la palabra será Ignacio Sánchez Cámara, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de La Coruña.
Entre los muchos actos previstos con motivo del congreso, destaca el previsto para la noche del 7 noviembre. Ese sábado, a las 10 de la noche se quiere encender por las calles de Zaragoza tantas velas como abortos ha habido en España en los últimos 25 años (1.500.000).
Cada vela encendida será una oración, un recuerdo por aquellas mujeres que han sufrido un aborto y por aquellos niños que nunca vieron la luz. Los organizadores conciben este acto como “pórtico del Congreso que dé la vuelta al mundo”. Además, todos aquellos que no puedan asistir, pero que quieran apoyar la organización de este evento, pueden enviar un euro por cada vela que quieran encender y contribuir así a la financiación de este evento.
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