El RACC y Anfabra (fabricantes de bebidas refrescantes) presentaron ayer un estudio que analiza la relación entre alcohol y conducción. Las conclusiones del informe demuestran que los conductores desconocen qué cantidad máxima de alcohol pueden consumir para no superar la tasa permitida de alcoholemia.
Asimismo, confirma que los automovilistas, sobre todo los hombres, utilizan de forma masiva sus vehículos cuando salen de diversión. Y finalmente descubre que España se sitúa a la cola de Europa en el índice de realización de test de alcoholemia.
Una de la preguntas realizadas en la encuesta -¿Puede decirme cuántas copas cree que ha de beber un hombre o una mujer de complexión media para alcanzar 0,25 mg/l?- confirmó que la percepción de los conductores es muy poco realista, sobre todo en lo que respecta a los varones.
Un hombre de 70 kilos da positivo en un control de alcoholemia a partir de una caña y media, de dos copas de vino, de dos chupitos de licor o al tomarse un combinado. Una mujer de 60 kilos sitúa sus niveles más abajo: una caña o 1,5 copas de vino o chupitos. Sin embargo, el 67,2% de la población considera que por término medio un hombre no da positivo hasta la cuarta caña, que pude ingerir 3,8 copas de vino, 4,7 chupitos o 4,1 cubatas. En cuanto a las mujeres, la percepción es que no pasarían el control con dos cañas, copas de vino o chupitos o una copa.
Unos datos muy preocupantes, sobre todo en este periodo en el que abundan las reuniones sociales, las comilonas y los festejos. Es aún más inquietante porque, además, casi el 60% de los automovilistas que salen de noche y beben admiten mezclar diferentes tipos de alcohol. El perfil del conductor que se expone a los mayores riesgos es un hombre de entre 35 y 44 años que bebe a diario o de tres a cuatro veces por semana y que se encuentra en paro.
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