Árboles que no dejan vivir

El día 23 de febrero de 2006, la señora Anabel Barbancho, vecina de la calle Juventud, nos hizo llegar una carta en nombre de varios vecinos, en la cual nos comentaba el calvario que están viviendo los vecinos que viven en los primeros y segundos pisos de esta calle, desde la calle Coin, hasta la Av. d’Aragó.

Con autorización de la señora Anabel, paso a transcribir íntegramente su carta, porque la verdad no tiene desperdicio.

Sant Boi de Llobregat, a 23 de febrero de 2006 Sr. Presidente y otros miembros de la Asociación de Vecinos de Torre de la Vila. En mi nombre, y el de todos los vecinos que he hablado que vivimos en un primer o segundo piso de la calle Joventut, tenemos que comunicarle lo siguiente, ya que es vital para garantizar nuestro confort y el del resto de vecindario. A partir del bloque nº 12 de la calle Joventut, (a la altura de la Caixa de Tarragona), se plantaron en su día un tipo de árboles, distinto a los del lado izquierdo, e incluso distinto a los del resto de árboles de alguna parte de la misma calle, que nos están haciendo la vida imposible.

Esta clase de árboles desde luego no es la más adecuada para estar en este pequeño espacio de acera, y justo delante de viviendas. Durante todo el año sufrimos las consecuencias de las diferentes etapas por las que van pasando estos, en la actualidad, cuando los árboles están secos, a parte de las tremendas hojas secas que se nos colocan por las terrazas e invadieron las aceras, se han quedado una especie de mini depósitos con forma de vaina pequeña, que desprende una especie de copitos blancos secos, que se cuelan por todos los rincones, incluidas las propias viviendas, nuestras terrazas están literalmente nevadas por éstos, que recogemos cada día a paladas, y cuando las barremos, a los 5 minutos están llenas otra vez, y lo peor es como se nos queda la ropa que tendemos, y el mobiliario que tenemos en la terraza, cada vez que salimos a ella nos tenemos que descalzar y sacudir las zapatillas antes de entrar, pero siempre entramos restos en los pies, y tenemos las alfombras y comedor lleno de ellos.

A mis hijas no las he dejado salir en todo el invierno por la cantidad de residuos que caen de los árboles, imagínense para que quiero yo una terraza de siete metros, si mis hijas, ni nosotros mismos podamos salir.

Vecinos del 4º e incluso del 6º se han quejado que en los días de aire, les llegan estos copitos blancos a sus balcones, así que imagínense ustedes como estamos los del 1º.

Dentro de muy poco, cuando llegue la primavera, empezarán a florecer, y entonces tendremos todas las terrazas y lavadero llenos de un polen amarillo, que mancha todo lo que encuentra, además con el polen llegan las abejas, los mosquitos, unos abejorros tremendos y todo tipo de bichos, como las ramas llegan hasta nuestros balcones y lavaderos, los bichos se nos meten en la casa sin darnos cuenta.

Cuando los árboles echen la flor, se llenarán de unos racimos lilas que en breve se caerán al suelo, soltando un líquido pegajoso que mancha toda la acera, porterías, etc., y que normalmente te llevas enganchando en la suela de los zapatos a tu casa, con lo que también te encuentras restos de estas flores por todos los rincones.

A propósito del tamaño de las ramas, quiero comentarles que la visibilidad que tenemos todos los primeros y algunos segundos es nula, yo personalmente no veo ni el parque que tengo en frente, también tenemos que tener en cuenta otros factores que no solo nos incumben a los de los primeros y segundos, el gran tamaño que han alcanzado ya los troncos y la altura de estos árboles, deben de reflejarse también en sus raíces, que aunque no las vemos, estoy segura que no faltará mucho para que asomen por alguna de las baldosas de la acera llevándoselas por delante, igual que cualquier tubería, tendido de cables o alguna instalación que haya por ahí debajo.

En resumen, lo que pedimos no es que nos lo poden, ni que los arreglen un poquito, sino que nos los cambien por otra clase de árboles que sean más prácticos para todo el mundo. No se crean que es un capricho de un grupo de vecinos que no les gustan los árboles, si no que es un inconveniente muy grande que venimos sufriendo en silencio durante años, y encima vemos que según pasa el tiempo los árboles crecen, y el problema se agrava.

La elección de la clase de árboles que vayan a poner no nos compite a nosotros evidentemente, pero entiendo que los expertos del Ayuntamiento deberían de tener en cuenta que tendría que ser un tipo de árbol que no creciera mucho, que no eche flores que puedan afectar a las personas con alergia (como el platanero), y que tenga un mantenimiento mínimo, está claro que a todos nos gusta vivir en una zona ajardinada, con flores y árboles, pero no a cualquier precio.

Tenemos unos pisos preciosos y unas vistas muy bonitas para admirar, pero señores, nosotros hace años que no las podemos disfrutar debido a estos dichosos árboles. Atentamente Anabel Barbancho Socia nº 092

Como en aquella fecha no era época para poder trabajar con árboles, dejamos pasar los días, y el día 23 de octubre entramos por el Registro municipal un escrito con nº de entrada 30310, y unas autorizaciones firmadas por casi la totalidad de los presidentes de las comunidades de vecinos de este tramo de calle dirigidos al señor Juan Antonio Tamayo, Teniente de Alcalde de Serveis de Ciutat, solicitándole que hicieran el favor de sacar estos árboles, y en su lugar plantaran otro tipo que no causaran tantos problemas y molestias a los vecinos, pero solo se limitaron a podarlos.

Hoy la AA.VV hemos vuelto a entrar por el Registro municipal otro escrito con número de entrada 22907, dirigido a la señora Mª Elena Amat i Serrano, Regidora d’Espai Públic i Qualitat Urbana, solicitando que ahora que se aproxima la época de poder trabajar con ellos, hagan los preparativos necesarios para que los saquen ya de una vez, y pongan un tipo de árboles que no den problemas, para que los vecinos de aquella zona puedan disfrutar de sus pisos y terrazas, que buena falta les hace.