dimarts, 16 de novembre del 2010

Rubalcaba no dejo que hubiera imágenes

  visita de benedicto XVI a galicia

La Policía nacional impidió que las cámaras de la Televisión de Galicia pudieran tomar imágenes, cuando sí lo habían podido hacer de la audiencia del vicepresidente y el Pontífice a su llegada a Galicia. Desde vicepresidencia del Gobierno lo niegan pero la Xunta ha confirmado los hechos.

La visita del Papa Benedicto XVI en calidad de peregrino a Santiago de Compostela con motivo del Año Santo, ha tenido sus más y sus menos entre los servicios de seguridad del Gobierno central y los de protocolo del Gobierno de la Xunta de Galicia, gobernada por el Partido Popular, según ha podido saber la Cadena COPE de fuentes solventes.

Y es que en su ansía de restar protagonismo y ningunear a, Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Comunidad Autónoma, y al fin y al cabo anfitrión durante ocho horas del Santo Padre, desde la Vicepresidencia del Gobierno central se intentó a toda costa hacer luz de gas a un encuentro privado entre el Pontífice y Feijóo a su llegada a Galicia, donde fue recibido por los Príncipes de Asturias, el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el por el propio presidente de la Xunta de Galicia.

Benedicto XVI recibió en audiencia en el mismo aeropuerto compostelano de Lavacolla a Rubalcaba, inmediatamente después de mantener un encuentro con Don Felipe y Doña Leticia y minutos antes de que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pudiera intercambiar de forma privada unas palabras con el Pontífice, a quien dio la bienvenida y expresó el agradecimiento por visitar Galicia en tan señalado año, además de hacerle entrega de un cuadro del artista Xosé Barreiro de la fachada de la catedral de Santiago, que el año próximo celebrará 800 años de su consagración.

Sin embargo, este encuentro, que sin lugar a duda se encuadra dentro de la normalidad institucional, fue uno de los “caballos de batalla” a la hora de preparar la visita, pues desde el Gobierno central se hizo todo lo posible para deslucir la recepción del Papa a Feijoo. Como si pudo celebrarse un breve saludo, porque así lo dispuso el Vaticano, se ordenó no permitir la entrada de las cámaras de la Televisión de Galicia, la cadena pública gallega y la única encargada de ofrecer la señal institucional de toda la visita al resto de televisiones, tanto nacionales como internacionales. La Policía nacional, bajo órdenes de Vicepresidencia, cerró el pasó al operario de la TVG, así como también al fotógrafo de la Agencia EFE, que en las dos audiencias anteriores habían podido hacer su trabajo sin mayores problemas y tomar las imágenes de lo allí acontecido.

El “cabreo” del equipo de Alberto Núñez Feijóo fue monumental, como también el asombro al comprobar que se intentaba ningunear al presidente de la Comunidad anfitriona y se cerraba el paso a la televisión pública de esa misma Comunidad, que tuvo que pedir las imágenes del encuentro a la televisión de la Santa Sede, que acompaña al Papa en todas sus visitas. Nada de esto, por supuesto pasó al día siguiente en Barcelona, donde se pudo ver al presidente José Montilla hablando y entregando una serie de regalos al Pontífice.