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Hasta la solidaridad requiere su gancho y quienes deciden movilizarse por una buena causa necesitan, más que nunca, estrujarse los sesos. La propuesta de un grupo de artistas para batallar contra el cáncer pasa, esta vez, por un alegorismo matemático: las porciones de 35X35 cm de un cuadro salen a 35 euros de ayuda para la investigación sobre la enfermedad. Si el trozo es, por ejemplo, de 70X70 cm, la ayuda se traduce en 70 euros, y así sucesivamente en múltiplos de 35 centímetros.
Para que la operación sume, el cuadro madre de todos los fragmentos tiene que ser colosal. Y lo es. Nada menos que 14,80 metros de ancho por 13 de alto.
Desde el jueves por la noche, este gigante del arte solidario cuelga de la Iglesia de Canet de Mar (Barcelona), desde donde además se puede adquirir uno de esos pedazos, para "formar parte de algo grande, emocionalmente hablando", como traduce la experiencia Ramón Faucón, uno de los artífices del proyecto.
"No se trata de batir un récord", explica, simplemente siguen el algoritmo lógico: más grande, más gente, más dinero para investigación contra el cáncer.
Este gran proyecto nace de un pequeño grupo: el círculo Artístico Canetenc, formado por Xavi Fernández, Gemma Martí, Miguel Copons, J. Maynat y el mismo Faucón. La operación, en este caso, también consiste en abandonar el estilo personal y las manías propias para pasar del acto creativo individual al trabajo en equipo.
No es la primera vez que se saltan sus individualidades para montárselo a lo grande. Hace un año, con el modernismo como centro temático, crearon ocho lienzos de 6x2,10 metros. Este año repiten la gesta, pero convertida esta vez en gancho solidario.
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