diumenge, 31 de juliol del 2011

Por fin, Zapatero hinca la rodilla

  josé luís rodriguez zapatero

Zapatero ha confirmado que las elecciones se celebrarán el 20 de noviembre, cediendo así a las presiones de la oposición y de su propio partido. Asegura que la elección de la fecha persigue terminar las reformas comenzadas y dar tiempo para que el nuevo Gobierno se constituya antes del 1 de enero y tome las riendas del ejercicio económico para 2012.

El presidente del Gobierno finalmente ha decidido llamar a los españoles a las urnas convocando elecciones anticipadas el 20 de noviembre. Pese a que en los catastróficos resultados del 22M aseguró que su intención era agotar la legislatura, la presión de su propio partido ha podido con él. Sobre la coincidencia de la fecha electoral con el aniversario de la muerte de Franco, Zapatero asegura que "para mi, es una fecha más", y que según el calendario de noviembre era la fecha apropiada al sortear puentes y festivos.

De esta manera el presidente se ha plegado finalmente a los deseos del partido y del candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, y ha decidido adelantar las elecciones generales al mes de noviembre. Las fechas que se barajaban eran los días 13, 20 ó el 27 de noviembre, aunque al final se ha decidido por el 20 de noviembre.

El presidente del Gobierno pondrá fin una legislatura que debía haber terminado hace ya más de un año y medio, aunque podría haber aún algunas semanas parlamentarias a principios de septiembre para culminar proyectos de ley pendientes que tienen que regresar del Senado.

De esta manera, la anticipación electoral no supondrá un plazo muy significativo en el calendario político, añaden las fuentes, porque en todo caso se trataría de acabar la legislatura cuatro o cinco meses antes, en función de la fecha que decida el presidente.

En esta línea, recuerdan que el Congreso de los Diputados acaba de aprobar la reforma de las pensiones, una de las medidas más importantes adoptada por el Ejecutivo.

Lo que si que esta claro es: que debido a su pésima gestión los cinco millones de parados, las personas que han perdido su empresa, negocio, vivienda etc. las victimas del terrorismo no le olvidaran, y no para bien precisamente.