La bandera catalana centra gran parte de la polémica en torno a la próxima visita del Papa Benedicto XVI a Barcelona. Si hace unos días fue rechazada la propuesta de ERC de 'inundar' la ciudad con 'senyeras' en todos los balcones, ahora es el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, el que aboga por sacarlas a las calles.
"Debemos salir a la calle, darle la bienvenida y hacerlo de tal modo que el mundo entero sepa que Cataluña tiene su propia personalidad, su propia identidad", ha dicho Duran, en su carta-web a la militancia democristiana.
"Demos la bienvenida al Santo Padre ondeando la bandera catalana porque sepa que aquí hay un pueblo con una historia milenaria y que tiene unas raíces cristianas indiscutibles, pese a que hoy la moda sea ignorarlas y hacerlas desaparecer", recalcó.
"Los que somos católicos no podemos ignorar la oportunidad que nos da esta visita para proyectar Cataluña y Barcelona al mundo", dijo Duran.
El democristiano ha puesto de manifiesto la enorme audiencia televisiva que tendrá la visita del Papa, ya que más de trescientos millones de personas la podrán ver por televisión, lo que justifica su relevancia.
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