Tiene cosquillas, oye, es capaz de sentir dolor, tiene brazos y piernas, huellas dactilares, nariz, ojos y párpados; puede chuparse el dedo e incluso dar volteretas en el líquido amniótico. Duerme cuando su madre duerme y se despierta cuando ella lo hace; un bebé de 12 semanas es un ser humano de poco más de 50 gramos.
Pero para la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, no es más que un ser vivo, puesto que, según ella, no hay ninguna base científica para considerarlo humano. Por eso, para demostrar la falsedad de esa afirmación de la titular de Igualdad, se ha puesto en marcha la iniciativa Bebé Aído, que pretende “que la sociedad española compruebe en sus manos si un bebé de 12 semanas es o no un ser humano”. ¿Cómo? Mediante la reproducción a tamaño real de un bebé de 12 semanas de gestación. Hay miles de copias esperando, para convencer a quienes no lo estén ya de que el bebé que se quiere dejar desprotegido con la nueva ley del aborto es un ser humano.
La ciencia resolvió hace lustros que la vida humana comienza desde el momento de la concepción. Así lo señalan todos los manuales de embriología humana que explican que el cigoto es ya un ser humano irrepetible, único en su especie, un ser diferente a la madre y al padre. Pero es que además, en la semana 12 de gestación, el feto tiene forma humana, siente y tiene muy desarrollado el sistema nervioso, tal como señala Fátima Navarro-Rubio, portavoz de bebe-Aido.com.
Desde la web bebe-Aido.com se pueden adquirir estos ‘modelos’ a tamaño real; todos los beneficios irán destinados a difundir el ‘bebé-Aído’ en toda España y a labores asistenciales con mujeres que sufren un embarazo en dificultad.
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