Las cárceles catalanas cuentan desde ayer con un sistema pionero en España que evaluará por primera vez a todos los presos para determinar el riesgo de conductas agresivas. Este nuevo mecanismo, denominado "e-Riscanvi" (e-Riesgocambio), eleva hasta el 75% el índice de las predicciones en las conductas de los presos (la fiabilidad de previsiones se encuentran en torno al 67% cuando se basan sólo en criterios clínicos).
Dicho sistema, inspirado en el «Oasys», empleado durante la década de los 90 en Gran Bretaña, ha sido probado en más de seiscientos presos durante 16 meses.
La aplicación del sistema se hará en varias fases. Desde abril y hasta junio, un total de 134 profesionales, entre mandos intermedios, equipos de violencia de todos los centros, y dos equipos especializados de la Modelo, se formaron para empezar a aplicarlo.
La consejera de Justicia, Montserrat Tura, y la subdirectora general de Programas de Rehabilitación y Sanidad, Paula Montero, explicaron que el nuevo método utilizará 43 ítems para establecer una escala que establecerá si el preso tiene riesgo alto, medio o bajo de tener conductas violentas.
Estas conductas se dividen en cuatro tipos: autodirigida (suicidio o autolesiones), intrainstitucional (contra internos o personal penitenciario), quebrantamiento de condena (escapar o no regresar de un permiso) y reincidencia en delitos violentos.
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