dimecres, 20 d’agost del 2008

Greenpeace pide el cierre de las nucleares

  central nuclear de ascó (tarragona)

Crónica de Virginia Benito, Carlos Bravo, responsable de la campaña de energía de Greenpeace, asegura que accidentes como el ocurrido en Ascó (Tarragona) demuestran que todas las centrales nucleares deberían cerrarse en favor de energías "verdaderamente limpias", respetuosas con la salud de las personas y el medio ambiente.

Una central solar, eólica o de biomasa "jamás" puede dar lugar a ninguna contaminación que ponga en peligro a la gente ni al medio ambiente, mientras que allí donde haya central nuclear existe el peligro de un escape radiológico que altere la salud de los habitantes de la zona, explica Carlos Bravo a Crónica Social.

La nuclear es una energía "peligrosa", insiste Bravo, quien recuerda que tiene una vida centenaria y además no conoce fronteras, pues, tras un escape y dependiendo de los vientos, la radiactividad puede viajar a zonas totalmente alejadas del lugar del que se fugó.

A su juicio, es posible pasar a un modelo basado en energías renovables y recuerda que, según un estudio del Instituto de Investigaciones Tecnológicas de la Universidad Pontificia Comillas, es económica y técnicamente viable.

Asimismo, ha advertido de que hay un compromiso político por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de abandonar la energía nuclear