dilluns, 16 de juliol del 2012

¿Quién paga y protege a los antisistema?



cristina cifurntes es insultada
Desde hace varios años cuando habido alguna celebración deportiva, manifestación, etc. en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla entre otras siempre han terminado con actos vandálicos, pero desde hace poco más de un año lo que antes parecía un juego de gamberros, ahora son actos mucho más violentos por lo que parece que sea obra de profesionales muy bien organizados.

Lo que pasó durante la última huelga general del 29-M en Barcelona es para ponerse a temblar cada vez que los sindicatos de Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT) convoquen una manifestación que pueda ser multitudinaria o una huelga general, ya que se suman a ellas tal cantidad de salvajes que dejan rastro por donde pasan.

El pasado día 11 en la concentración minera en Madrid, otro grupo de energúmenos como suelen hacer siempre provocaron a los policías que cubrían el espacio tirándoles bengalas encendidas objetos contundentes etc., quemando contenedores e inmobiliario urbano, y cuando estos cumplen con su deber hay quien se cuida de sacar y difundir imágenes, publicaciones en los medios de comunicación y en redes sociales desprestigiándolos -una cosa que hay que tener en cuenta al final de este video, son las personas que están de fiesta pacíficamente en la Plaza Sol de Madrid y nadie carga contra ellas, con lo cual cuando la policía carga por algo será-. Sé que alguien me tachara de lo que quiera, pero yo a mi edad en todas las manifestaciones que he asistido solo he corrido ante la policía durante la dictadura de Franco porque estaba prohibido manifestarse, pero durante la democracia nunca he tenido ningún problema, porque el manifestarse es un derecho, el resto no.

El pasado viernes la Delegada del Gobierno del Partido Popular (PP), Cristina Cifuentes, que iba andando por su barrio en Madrid sin escolta, unos “pacíficos funcionarios” manifestantes le dieron muestras de su democrático talante acosándola, insultándola y amenazando. Después de ver esta fotografía detenidamente, ¿alguien se puede creer que estos sinvergüenzas son funcionarios?

Lo que me preocupa y mucho de todo esto después de ver las imágenes de cómo acaban todos los actos reivindicativos que se están celebrando últimamente, podemos ver el perfil de estos sinvergüenzas que no son niños. ¿Pero quién les paga, les protege y está detrás? Porque por los síntomas parece ser que no fichan en ninguna empresa.