Hace unos días el periódico EL Mundo publicó que Jorge Dorribo, empresario farmacéutico acusado de blanqueo de dinero y fraude empresarial denuncio ante la jueza Estela San José que lleva el caso “Campeón” que se reunió en una gasolinera con el ministro de Fomento José Blanco -foto- Partido Socialista Obrero Español (PSOE), para pedirle favores a cambio de dinero.
Pero varias informaciones investigadas que han salido ahora a luz apuntan que esa cita tuvo otro participante. Se trata del primo de José Blanco, Manuel Bran, quien supuestamente actuó como intermediario para que Dorribo pudiera obtener una entrevista con Blanco, y éste a su vez pudiera gestionarle otro encuentro con la ministra de Sanidad, Leire Pajín.
Al parecer, Bran se citó en la gasolinera de Guitiriz (Lugo) con el empresario farmacéutico media hora antes de que llegara el titular de Fomento en su coche oficial. Allí mismo, Dorribo habría entregado 200.000 euros en metálico al primo de Blanco. Esa cantidad, según la declaración de Dorribo a la juez, era la condición que le impusieron a cambio de que el portavoz del Gobierno le permitiera subir al coche oficial y pedirle favores. Entre ellos que una empresa del cabecilla de la operación, único detenido de la trama, pudiese obtener, con la mayor celeridad posible, el permiso del Ministerio de Sanidad para la comercialización de un producto farmacéutico que iba a ser destinado principalmente a varios países de Asia y África.
El empresario lucense también implicó en este caso a políticos de otras formaciones, como Fernando Blanco, Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Pablo Cobián, Partido Popular (PP). Ambos parlamentarios gallegos presentaron su dimisión nada más conocerse el escándalo, pero el ministro del Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero salió al paso de esta noticia asegurando que la justicia hará prevalecer "la verdad sobre la mentira". Además, explicó que "todos sabemos que quien hizo esa denuncia es una persona que fue detenida y encarcelada por falsedad y por fraude, y ahí me quiero quedar".
Lo que no se entiende señor ministro es que sabiendo quien era esta persona usted aceptara reunirse con él dentro de su coche oficial en una gasolinera -así lo ha reconocido usted- en vez de hacerlo en su despacho como nos recibiría a cualquier ciudadano que solicitáramos una entrevista.
Ojala, y lo digo sinceramente, que el candidato señor Rubalcaba no se tenga que tragar sus palabras cuando les dijo a los padres del ministro que tenían un hijo honesto,
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