Amnistía Internacional cumple hoy 50 años

Amnistía Internacional (AI) cumple hoy 50 años con el deseo de seguir cambiando el mundo gracias al apoyo de la sociedad y con el telón de fondo cambiante en el ámbito de los derechos humanos debido a las revueltas árabes que viven varios países de África del norte y de Oriente Próximo.

Por este motivo, celebra eventos en más de 60 países para defender la "revolución en derechos humanos" en materias como la liberación de presos de conciencia, la abolición de la pena de muerte, la justicia universal y la defensa de la libertad de expresión.

Esta organización nació después de que el abogado británico Peter Benenson publicada un artículo el 28 de mayo de 1961 en el diario "The Observer" sobre dos estudiantes portugueses encarcelados por haber hecho un brindis por la libertad.

El artículo, titulado "Los prisioneros olvidados" y que fue publicado y traducido en diarios de otros países, incluía un llamamiento a los lectores a realizar una campaña de correspondencia en apoyo a estos estudiantes.

Amnistía Internacional en España celebró ayer una rueda de prensa en Madrid para conmemorar esta efeméride, que comenzó con un brindis con copa de vino por parte de los intervinientes.

El presidente de Amnistía Internacional en España, Alfonso López Borgoñoz, señaló que "la experiencia de estos 50 años nos dice que el mundo puede cambiar, pero no puede cambiar solo. Todos somos imprescindibles porque imprescindibles son los derechos humanos".

López Borgoñoz lamentó que, medio siglo después, "no siempre los gobiernos son capaces de colaborar de forma activa en la defensa de los derechos humanos".

Por su parte, el director de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán, destacó que en los últimos años "algunos criminales de Estado han tenido por lo menos la posibilidad de enfrentarse a un tribunal de justicia" y mencionó el último caso del presunto criminal de guerra Ratko Mladic, detenido este jueves en Serbia.

Beltrán señaló como "retos" para el futuro que las personas que no tienen acceso a la salud, la educación y a una vivienda digna "puedan defenderse ante un juez"; puso el dedo en la llaga por las "empresas que cometen abusos contra los derechos humanos", sobre todo en el ámbito de la extracción de recursos naturales, y abogó por combatir "la discriminación y la violencia" que sufren niñas y mujeres.