“Sé que en estos días el hombre tiene que estar muy agobiado, y por eso vamos a esperar un poco para llamarlo y enviarle el jamón. Este asunto nos ha sorprendido mucho, es una cosa totalmente disparatada”, ha dicho Álvarez.
El asunto ha trascendido los límites regionales, y al respecto se han pronunciado el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, que ha defendido la “pluralidad religiosa” y la “tolerancia” en España; el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, que ha señalado que la denuncia “no puede prosperar en ningún sitio”; o el presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), Mohamed Hamed, que considera una “soberana tontería” que se denuncie a un profesor por hablar de jamón en clase puesto que el Corán prohíbe su ingesta pero no que se hable sobre ello.
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