Cirujanos del Hospital del Mar de Barcelona desarrollan una técnica para evitar la parálisis de las cuerdas vocales.
Con esta nueva técnica se evita una lesión en el nervio laríngeo recurrente en pacientes que deben ser sometidos a extirpación de la glándula tiroides.
La nueva técnica -llamada Neuromonitorizción Recurrencial- permite la localización más precisa del nervio y la exploración de su funcionalidad antes, durante y después de la intervención. La lesión en dicho nervio es una complicación quirúrgica que puede darse en la cirugía de tiroides, que se realiza en pacientes con cáncer en este órgano, ya que el nervio se encarga de mover las cuerdas vocales y pasa muy cerca de esta glándula.
Las lesiones del nervio no se dan por malas praxis de los cirujanos, sino porque en el cáncer de tiroides se producen variaciones anatómicas o adherencias que provocan que el nervio recurrente pueda variar su localización y hacerse más vulnerable.
La técnica hace posible la identificación del nervio laríngeo mediante un estimulador eléctrico, que genera una vibración en las cuerdas vocales y que es registrada por unos electrodos presentes en el tubo que el anestesista introduce en la laringe del paciente para que respire durante la intervención. Gracias a esta identificación funcional, el cirujano puede evitar la lesión del nervio.
Las complicaciones más frecuentes hacen que en las personas que han pasado por operaciones de tiroides sufran una pérdida de la voz, debido a lesiones en la glándula paratiroides y la consiguiente caída del calcio en sangre transitoria o definitiva, que puede llegar a producir la pérdida del habla.
Según el jefe de la unidad de Cirugía Endocrina del Hospital del Mar, Antoni Sitges, los pacientes que corren más riesgo de sufrir una lesión son los que necesitan una intervención quirúrgica extensa, como los pacientes con cáncer de tiroides, así como en las reintervenciones sucesivas de esta glándula.
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