Los hogares españoles están cada vez más deshabitados. La media actual está en los 2,7 miembros por hogar y en casi uno de cada cinco vive sólo una persona. Los compuestos por una pareja sin hijos son los mayoritarios: más de 3,5 millones, lo que representa el 21% de los hogares. Les siguen los habitados por una pareja y un hijo. Del mismo modo, los hogares con 5 ó más miembros son ya casi marginales (apenas el 7%). Los hogares de pareja con 3 hijos (600.000 hogares), son apenas el 4% del total.
Esta es la consecuencia lógica de dos graves problemas que tienen las familias españolas: la baja natalidad y la ruptura familiar, algo que las administraciones todavía no han abordado, según el presidente del Instituto de Política Familiar, Eduardo Hertfelder. En efecto, la baja natalidad en España-1,39 hijos por mujer (2007), -uno de los índices más bajos de la UE27 y muy por debajo del nivel de reemplazo generacional- está siendo la principal causa de este vaciamiento. La ruptura familiar (que llegó a 137.451 en 2007) está obligando a vivir solas a muchas personas. De hecho, el 50% de los hogares solitarios son de menores de 65 años
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