Nadie lo diría al ver su bella estampa en lo alto del Maestrazgo turolense, pero Alcañiz (Teruel) (16.000 habitantes) arroja mayores índices de mortalidad, cáncer y contaminación que la media regional, según informes del Gobierno aragonés. No dicen las causas, pero recomiendan trasladar una fábrica de caolín.
La población de Alcañiz no está alarmada. Ni siquiera – aparte de la alcaldesa, Amor Pascual (IU), y su equipo de Gobierno – demasiado preocupada.
Cuenta la revista Interviú que, después de conocer, hace quince días, los estudios del Gobierno autónomo aragonés sobre la salud y la calidad del aire en la ciudad, tal vez debería de empezar a estarlo: la población tiene unos índices de mortalidad y de cáncer muy superiores a las medias de referencia, toda la región, en el primer caso, y la provincia de Zaragoza – que cuenta con un registro específico de tumores malignos –, en el segundo.
Para más abundamiento, la contaminación en el municipio “es como la de una ciudad industrial, algo que no tiene sentido en un pueblo así”, dicen fuentes de la Consejería de Medio Ambiente
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